domingo, octubre 28, 2018

Willy Rodríguez - Ojalá


Hermosa versión.

La trompeta que apunto justo al centro de mi psique

Tomé un autobús, con un destino importante, dejé el miedo en mi casa, pues el impulso hacia la meta, era mucho más grande que mis miedos, encontré un camino que rebosaba de dicha, amor y experiencias.

La maleta era muy ligera, no necesitaba demasiado equipaje para aventurarme a encontrar una explicación, una voz que me escuchara, y un corazón que latiera en su cuerpo.

Lloré mucho, como si fuese un niño aflijido, pero también lloré de felicidad, y el sol ese día alumbraba más mi rostro, parecía ser una explicación lógica de lo que es la vida, un adiós eterno, sin embargo éfimero en los pasadisos de la memoria.

Era egoísta y sólo pensaba en la eternidad, en lugar de disfrutar una pintura no por su duración, sino por el recuerdo en mi memoria. Quizás conocí mucha gente y cometí muchos errores, a lo mejor y ni siquiera piensan en mí o directamente me odian, pero eso no importa, lo realmente valioso es el recuerdo que tengo de todos ellos, en los momentos que me hicieron sentir lleno mi corazón.

Ojala pudiese tocar la puerta de cada una de sus casas y agradecerles aunque en su etapa actual vivan con hijos, esposo o ya ni siquiera habiten el mundo, ojala pudiese decir lo orgulloso que me siento de quienes son a pesar de que el tiempo haya pasado, y el vinculo conmigo sea nulo.

Tengo el rostro lleno de lágrimas, pero no es de tristeza, esta vez y con total sinceridad, puedo decir que agradezco el tiempo que he vivido, con un recuerdo en las manos y una trompeta en los sueños, he llorado al darme cuenta que estaba viviendo, y lo cotidiano de la vida, me hizo olvidar.

lunes, octubre 08, 2018

Coleccionamos emociones

Con el sombrero en el regazo, en señal de un eterno adiós, resignados y expectantes, los espectadores sólo coleccionan emociones, beben el recuerdo, y empuñan su destino, a un desenlace absoluto.

Hoy no importa si él lloró, si ella intentó, o si las marionetas de la historia lucharon por una causa perdida, hoy tan sólo se derrama el tiempo, como si se tratase de agua que entinta nuestros recuerdos, y yo he perdido el cabello, no quería aceptarlo hasta que subiendo las escaleras eléctricas, pude ver mi zona poco poblada.

Todo se hizo demasiado obvio, predecible, aburrido y marchito, lo único que sostiene los recuerdos, son los pilares de la nostalgia, lo que alguna vez saboreamos como si fuese el último día, los azulejos que se hacían enormes, cuando nuestra madre nos llevaba de la mano a la escuela.

Así de tajante, de lapidario, se gestó el desenlace, donde lo que menos queda es control de las decisiones, simplemente resignación, respiraciones profundas, y una sensación de rutina, el abrigo ya no puede calentar demasiado nuestro cuerpo, y la tos se hace presente a diario.

Ojala algún día los héroes puedan existir, luchen y no se desboronen, porque yo sólo veo siluetas de ejecutivos, predicadores, artistas y gente que parece saber de todo un poco, pero lo poco que queda detrás de esa corteza tan ilusoria, es un maldito payaso, como el fondant del pastel que esconde un sabor amargo, vacío y genérico.

Pude decir con total convicción, ya no quiero, ya probé o simplemente me acostumbre al autoengaño, producto de una familia disfuncional, no le echo la culpa a nadie, acepto mis circunstancias, como el que tira los dados, quizás no luché demasiado, pero lo cierto es que todo al final es lo que hay, no existen palabras exactas para maquillar los defectos, no hay libro perfecto, pero si hay perfectas equivocaciones.

Con el sombrero en el regazo, como si se tratase de un niño, una despedida a un difunto, un eterno adiós, un observador de una pecera, yo confieso el día de hoy, que intenté llenar de agua, una red, no lo hice una vez o dos, me tarde toda una vida, mi vida.

Diary Of Dreams - She And Her Darkness