Siempre es bueno hacer un recuento de las vivencias aprendidas, porque al final de los días, esos pequeños momentos son los que te dan una guía para vivir.
Este mes aprendí que el amor se vive día a día, y no con palabras, en mi vida mucha gente me dijo: "Te amo", "Te quiero", "Te Necesito", hoy en día ninguno de esos esta conmigo, nunca hablaron claro y fue hasta preocupante, uno no se queda en esta vida con quien te da inseguridad, con quien hoy sí y mañana no, uno quiere comodidad, paz y no enredos, si la vida esta llena de problemas, lo que menos se quiere es tener más, que cansino el no poder dormir tranquilo porque tu mujer no te da tranquilidad, porque tiene una facilidad extrema por coquetear con otros hombres, si estas en esa situación te doy un consejo: "Cambia la inseguridad que te genera alguien, por la comodidad que te genera un verdadero amor", la razón es sencilla, el amor no existe como frases o palabrería barata, sino con experiencias que se quedan para siempre en el corazón y que al final miramos como si se tratase de una caja de recuerdos, basta con mirar los amores de Pablo Neruda.
Aprendí que no se necesita viajar a Londres, Buenos Aires o Colorado para encontrar las aventuras más fantásticas que uno puede tener, y es que al final no se trata tanto de donde uno viaja, sino de la manera en que tus ojos logran impregnarse de ese lugar, hay gente que viaja pero al final sus experiencias son frívolas, les preguntas del lugar y se quedan con la guía del turista que les vendió su agencia, en cambio hay gente que nunca ha salido de un país y es fascinante, ¿Por qué? por esa sensibilidad que tienen desde que abren los ojos cuando despiertan.
Aprendí que la gente que suele poner cartelitos de facebook con frases positivistas, con proverbios o ideas de filósofos, al final viven del momento, y cambian de opinión más rápido que de ropa, al mismo tiempo tienen una facilidad innata por desvestirse: Me dejaron, lo amo, lo extraño, dos días después ya tienen nuevas fotos con el novio. Típico.
Aprendí que no se trata de gastar horas en tratar de buscar el mejor trabajo, sino más bien de entender que a veces el dinero llega solo, hoy mismo he ganado dinero haciendo absolutamente nada, ¿Por qué? porque no se trata del dinero, sino de las oportunidades que son muchas, y si uno logra verlas, el dinero llega por si sólo, la gente se esfuerza en el modelo capitalista de trabajar más de ocho horas para luego quebrantar su salud, yo mismo fui víctima de ese modelo que le encanta al marketing, donde trabajas para un jefe que curiosamente nunca llega temprano, hace sus reglas y gana más de 10 veces el dinero que tu haces, me cansé de ese modelo, me estaba muriendo.
Aprendí además que a veces el tiempo te despierta de un golpe enorme en el corazón, y sientes una agonía muy grande, no hay nada que hacer, las cartas están ya repartidas pero no importa, el dolor, y las heridas son sólo la prueba de que un día pasaron balas por allí y que más importante que toda esa basura de la experiencia, sobreviviste, y no sólo sigues vivo, te hiciste más fuerte y tienes algo que contar.