viernes, julio 17, 2009

Akuma.


Cuando tu auto se mueve por la carretera, y el viento pega con más fuerza de lo común, y ni siquiera tienes opción de tomar otro camino ya que el mismo es en línea recta, no podés más que sacar tu mano por una ventana, y sentir el viento que enfría tu cuerpo, quizás es lo más cercano a lo que podríamos llamar como Libertad.

Nada mejor que despegar los ojos del mundo, y volar más allá de los pensamientos racionales que cultivaron los soñadores por años, vivir una realidad bastante cercana a la de los hombres con corazones pensativos.

En parte así me siento cuando hago miles de cosas que no provocan ninguna reacción, o que quizás no tengan un público siquiera, ahí es cuando yo siento que lo poco que hago vale mucho para mí mismo.


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